Asociación Espírita Tercera Revelación

SI TUS OJOS FUESEN BUENOS

Si tuvieses bondad en tu entendimiento, la Verdad se te revelará, aunque esté revestida de las palabras más complejas, sin que para ello, necesites de mayor erudición. Si todo lo observases por la óptica sublime del Amor, conforme el propio Cristo nos observa a pesar de nuestras imperfecciones y manchas, lograrás profunda comprensión en todas las cosas, no permaneciendo en la superficialidad de las interpretaciones equivocadas.

Si tus ojos se complacen en la contemplación del mal, es natural que sólo divises tinieblas cada vez más densas a tu alrededor; pero, si buscas sintonía real con el bien, te encontrarás con el rostro luminoso de la Vida sobre la aparente penumbra con la que la Vida se presenta ante tu visión. La bondad es sinónimo de luz en tus ojos, en tu cuerpo, en todo tu ser… Nadie alcanza los pórticos del conocimiento superior manejando apenas los recursos de la inteligencia común.

¡La Sabiduría presupone mucho más!...

Si pretendes trascender a lo habitual y penetrar el espíritu de la letra, guardando contigo algo más que simples informaciones que cualquier biblioteca te puede suministrar, además de reflexionar bajo los auspicios de la Fe Razonada, aprende a intuir con el corazón. La bondad en tus ojos y en tus manos se constituye en todo lo que sabes traducido en la práctica, dimensionando el aprovechamiento de las lecciones, hasta lo que fuiste capaz de asimilar en el presente momento evolutivo.

En este sentido, no olvidemos tampoco la advertencia del Maestro, refiriéndose, incisivo, al modo como utilizamos la facultad de la vista, en sus expresiones físicas y espirituales con las que fuimos beneficiados:

“Si tu ojo derecho te hace tropezar, arráncalo y lánzalo fuera de ti…”

Bibliográfia

- Hermano José tu cuerpo será luminoso…” Jesús. (Mateo, Cap. 6 – v. 22)
- (Página recibida por Carlos A. Baccelli, en reunión pública de Lar Espírita “Pedro y Pablo”, en Uberaba, Minas Gerais, Brasil, en la mañana 14 de agosto de 2005)